lunes, 30 de octubre de 2017

Crítica: EL PRIMER CASO DE BLACK & JACK

Starsky y Hutch con la chica de los años 20

Comedia del absurdo que rompe muchos esquemas pero divierte, pues juega con el estilo de las antiguas series de detectives de los años 80. Es el resultado de la creación colectiva entre la directora Paloma Reyes de Sá, Carol Hernández y los actores Manuel Gold, César García y Jely Reategui. Bajo la producción de Gestus, la puesta en escena va los martes y miércoles en el Teatro Julieta y refleja nuestra sociedad peruana, exponiendo lo ridículo que podemos ser, muchas veces, al tratar de ser quienes no somos. Otros temas que aborda son el machismo, el feminismo y una burla a la doble moral. Black (Gold) y Jack (García) son dos hombres desempleados y con nada en común, pero terminan involucrados en un caso de mafia, al lado de la sexy bailarina Yesica (Reátegui), pues por cosas del destino encuentran una misteriosa maleta.

El montaje consta de tres ambientes sencillos, adornados con colores primarios, oscuridad y luces de neón, caricaturizando las escenas con sumo cuidado en los detalles. Hay un atinado uso del narrador, quien además de describir las acciones en sus pensamientos, las compartía con el público (los testigos), que no paraba de reír al visualizar las acciones descritas. Los jocosos gags integran hechos de la realidad y del contexto social actual. Y curiosamente, los momentos en los que los actores permanecen en silencio, sin realizar otra acción que la de fijar la mirada al público, logran que este estalle de risa.

En cuanto a las actuaciones, resalta la participación de Reátegui, pues si bien es un personaje secundario, este logra ensamblar la historia con fuerza, astucia y personalidad calculadora, manteniendo sensualidad y energía de principio a fin, a pesar de los zapatos altos; el maquillaje fuerte y sus maniobras en el pole dance hicieron que su disfrute en la actuación fuera notorio. Por su parte, Gold destacó por su energía y carisma a las que nos tiene acostumbrados, corporalmente muy humorístico; y García, dotando a su personaje de características precisas para lograr convencer al público.

El primer caso de Black & Jack cumple su objetivo al considerarse una “comedia prohibida”, ya que se suman escenas sexuales, desnudos y términos soeces, siendo adecuada para un público juvenil y adulto. El mensaje que rescato de la obra es el de apreciar la amistad y la lealtad; así como el arriesgarlo todo por ellas. Gracias por la función.

María Victoria Pilares
30 de octubre de 2017

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